Corazones estallados

Mientras los ejecutivos de Silicon Valley envían a sus hijos a escuelas Waldorf, nosotros estamos cada vez más conectados y dependientes de las redes. Perfilados como usuarios antes que ciudadanos, enviamos compulsiva y obsesivamente corazones y emojis para expresar nuestras “emociones” al tiempo que crece en la sociedad la falta de empatía y solidaridad. Todo lo que el humanismo del Renacimiento definió como humano parece estar en crisis. En cambio, surge una nueva subjetividad posthumana que ya no logra conectarse con el placer o el dolor de los otros. La lectoescritura, el...