Sebastian...

En esta tercera novela de la serie de misterio victoriano protagonizada por William Monk, el detective tendrá que intentar salvar la vida de Alexandra Carlyon. Cuando el general Thaddeus Carlyon, insigne veterano del Imperio de Su Majestad, muere en una elegante fiesta londinense, nadie sospecha que se trate de un asesino. Sin embargo, la bella esposa del general, Alexandra, se confiesa autora del crimen, lo que causará una profunda conmoción en la aristocracia victoriana. El detective William Monk trabajará incansablemente junto a Oliver Rathbone, su colaborador habitual y abogado...

En Las tres justicias en una, la tragedia reside en que los pecados cometidos atentan contra quienes los cometen. La visión trágica de la vida adquiere en Calderón de la Barca la convicción de que los hombres arrastran consigo los pecados ajenos. Esta imagen moral y cristiana aparece en varias obras de Calderón.

Iba a ser el viaje de sus vidas, una aventura en tren por el coraz�n de Europa antes de sentar la cabeza y formar una familia. Sin embargo, el viaje de Daniel y Laura termina precipitadamente cuando los echan de un tren nocturno y acaban en mitad de un tenebroso bosque, el preludio de una noche de terror interminable. Una vez de vuelta en Londres, Daniel y Laura juran no contarle a nadie lo que vieron aquella noche en el bosque, pero cuando intentan volver a la normalidad, descubren que la pesadilla no ha hecho m�s que empezar. Con un dominio absoluto del ritmo narrativo, Mark Edwards...

Los quince relatos del libro nos transportan de inmediato a un universo lleno de sorpresas. A través de sus páginas viajaremos a un enigmático hotel en Barcelona, a un tugurio en San Petersburgo, a las reacciones hilarantes dentro del despacho oval, a un garaje en Tokio y hasta a los áureos mármoles del Olimpo. De la mano de sus protagonistas, personajes arrastrados por situaciones imprevisibles, nos espera un camino repleto de escenas insólitas de profunda significación. El nuevo milenio nos abraza, en sintonía con las múltiples amenazas planetarias, y seguimos a merced de los...