El Tarot de Marsella [Cartas]

Ningún juego es comparable al antiguo Tarot llamado "de Marsella", fundamentalmente por dos razones: por ser el más conforme con la tradición y el más rico en sentido analógico de cuantos se conocen. Ha sido la tosquedad de su diseño y el hermetismo de sus símbolos lo que le ha condenado durante muchos años al olvido. Nada en este tarot ha sido dejado al azar: los dibujos fueron concebidos de forma que den sentido a los menores detalles, los colores son siempre los apropiados a la idea principal de cada arcano, y el conjunto revela una filosofía trascendental. Existen en el mercado...

El problema del mal constituye una de las preguntas más frecuentes, hondas y lacerantes de la vida y del pensamiento humanos, sobre todo para quienes creen en un Dios Padre Creador. Tras hacerse cargo de los intentos filosóficos y teológicos de responder a esa cuestión inagotable, Luis M. Armendáriz encara en este número 19 de Cuadernos de Teología Deusto directamente el mal con el Dios de la revelación cristiana.

Jovens narram as lições que estudam na escola, diálogos, perguntas, respostas fora e dentro da sala de aula. Em lições e aprendizagem dentro e fora da sala de aula tendo como plano de fundo o mercado de trabalho no Brasil.

Profecía sobre Duma. Me dan voces de Seir: Guarda, ¿qué de la noche? Guarda, ¿qué de la noche? El guarda respondió: La mañana viene, y después la noche; preguntad si queréis, preguntad; volved, venid. Isaías 21:11,12

¿Orar en familia? ¿Antes de salir de casa? ¡¿Con los niños?! Puede que parezca un disparate, o una utopía irrealizable... o las dos cosas a la vez. Pero La Oración de la Puerta os explica la experiencia de una familia que lo ha probado... ¡y ha sobrevivido a la experiencia! De hecho el libro no sólo lo explica sino que, además, os ofrece más de cincuenta oraciones que podréis utilizar tal como están en el libro, y también un montón de ideas, textos, dibujos y recursos (¡en el libro y en un CD adjunto!) para que descarguéis, fotocopiéis, coloreéis, escribáis e inventéis...