El escurridizo hombre sin patria

Sólo unas pocas obras de las literaturas románticas pueden vanagloriarse de situarse en la fundación de un mito. Éste es el caso del Poema del Mio Cid: obra cumbre de la épica medieval castellana, en ella se narra la parte central de un viaje histórico que el poema convierte en héroe para finalmente, gracias a la magnífica factura del texto y su insólita expresividad -sorprendente en la literatura de la época-, instalarlo de manera definitiva en la tradición viva de nuestra historia.

"Al paso alegre de la paz tiene la cadencia de las huellas de un pasado -los años posteriores a la guerra civil española, en el Madrid de entonces- que no hace falta haber vivido para rememorar, porque ha quedado impreso en la memoria heredada. Las páginas trasmutan en vivencia la literatura y la reconvierten paulatinamente en experiencia recuperada. Las palabras connotan sentimientos, sin apenas hincapié, como de soslayo, tal es la sabia actitud de quien nos lo cuenta. El talante es talento." Gonzalo Suárez

Tres historias que convergen en una sola noche de pesadilla. Alicia es una empresaria y bailarina solicitó el divorcio, ha empezado una relación armoniosa con una abogada que defiende mujeres violentadas. El marido se siente humillado por la relación de su aún esposa y decide secuestrar a Alma, la hija de ambos, para chantajear a Alicia. La violenta he intenta violarla cuando es asistida gracias a la intervención de la abogada, que al fin logra rescatar a la niña para llevarla a urgencias.

Madrid, 1936. Los militares golpistas se han levantado contra la República. Tomás Labayen, juez de instrucción perteneciente a una familia de clase media con raíces militares, vive en un dilema: por un lado su lealtad republicana, por otro sus escrúpulos morales frente a los excesos de los revolucionarios. ¿Qué hacer?