Seis años sin ella
Inicio la que podríamos llamar esta segunda parte de mis visitas al cementerio, de mis conversaciones íntimas con ella al pie de su nicho, de los poemas que sin dejar de pensar en ella, han ido asaltando mi mente en esos momentos de lágrimas que bajo su lápida le iba dedicando mentalmente mientras le susurraba unas palabras, le desgranaba unos pensamientos, sin saber cuántos años me va a durar este tormento. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, poco me importa, porque esta no es una segunda parte, sino la continuación de mi primer libro TRES AÑOS SIN BEA, dedicado a ella, la ...