Querido señor Henshaw

Beverly Cleary nació el 12 de abril de 1916 en McMinnville, Oregón, y es considerada una de las autoras más queridas de la literatura infantil y juvenil en Estados Unidos. Su contribución a la literatura ha sido monumental, con más de 30 libros publicados que han dejado una huella indeleble en la vida de millones de niños y adolescentes.

Creció en una familia modesta, y desde pequeña mostró un interés por la lectura. A pesar de ser una niña tímida y algo introvertida, encontró en los libros un refugio y un medio de explorar el mundo que la rodeaba. Durante su infancia, se mudó con su familia a Portland, Oregón, donde comenzó a asistir a la escuela primaria. Fue durante estos años que Beverly enfrentó dificultades con la lectura, lo que la llevó a desarrollar un profundo deseo de ayudar a otros niños a disfrutar de la lectura.

Después de graduarse de la escuela secundaria, Cleary asistió al Oregon State College (actualmente Oregon State University), donde obtuvo su título en bibliotecología. Posteriormente, trabajó como bibliotecaria en una escuela, donde tuvo la oportunidad de interactuar con niños y comprender mejor sus necesidades e intereses. Esta experiencia fue clave para su carrera como escritora, ya que le proporcionó información valiosa sobre lo que los jóvenes lectores realmente querían leer.

Su primer libro, "Henry Huggins", se publicó en 1950 y fue rápidamente aclamado por su representación auténtica de la vida infantil. Henry, el protagonista, se convirtió en un personaje entrañable, y la obra marcó el inicio de una serie que incluiría a otros personajes memorables como Ramona Quimby y Beezus, quienes también se ganarían el corazón de los lectores. La serie de Ramona, que comenzó con "Beezus y Ramona" (1955), es especialmente notable, ya que Cleary logró capturar las emociones y las experiencias de la infancia de una manera que resonaba profundamente con los jóvenes.

• Los temas recurrentes en sus obras incluyen la amistad, la familia, la identidad y los desafíos de crecer. Beverly Cleary fue pionera en crear personajes que eran realistas y multifacéticos, algo que no era común en la literatura infantil de su tiempo.
• Además de ser autora, Beverly era una observadora aguda de la vida cotidiana, y su capacidad para dar vida a situaciones familiares y escolares hizo que sus historias fueran relatables y entrañables.

La combinación de su talento literario y su comprensión de la psicología infantil hizo que los libros de Beverly Cleary fueran excepcionalmente populares. A lo largo de su carrera, recibió numerosos premios y reconocimientos, incluyendo la Medalla Newbery, el National Book Award y la Medalla Laura Ingalls Wilder.

A pesar de haber publicado su último libro en 1999, el legado de Beverly Cleary sigue vivo. Sus obras continúan siendo leídas en escuelas y hogares de todo el mundo, y han sido adaptadas en diversas ocasiones para televisión y cine, lo que ha ayudado a introducir su magia a nuevas generaciones de lectores.

Hoy en día, Beverly Cleary es recordada no solo por su increíble aporte a la literatura, sino también por su habilidad para conectar con los jóvenes de una manera que pocas autoras han logrado. Su vida ha sido un testimonio de la importancia de la literatura en el desarrollo personal de los niños y su creencia de que los libros pueden ser una ventana al mundo y una fuente de inspiración para la imaginación. Beverly Cleary falleció el 25 de marzo de 2021, pero su legado literario perdurará por siempre.

Con fantásticas ilustraciones de Emilio Urberuaga, Premio Nacional de Ilustración Este libro reúne una divertida y sorprendente colección de cuentos que tienen como protagonistas a los pequeños Sofía y Jaime, que son hermanos, al dormilón Juanito, al ingenioso profesor Patatini y al pirata bien educado, Pierre, entre otros. Todos ellos se enfrentarán a grandes e inesperados peligros como ¡huir de las fauces de un cocodrilo!; se divertirán sobrevolando la ciudad en un amigable dragón alado; se disfrazarán para escabullirse y así poder dar su merecido a un grupo de alborotadores...

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