Pez de vidrio

Mayra Santos-Febres, una escritora y académica puertorriqueña, ha sido una voz destacada en la literatura contemporánea en español. Nacida el 19 de septiembre de 1966 en San Juan, Puerto Rico, su obra abarca diversas formas literarias, incluyendo novelas, ensayos, cuentos y poesía. Su trabajo ha sido ampliamente reconocido tanto a nivel nacional como internacional, haciendo de ella una de las figuras más representativas de la literatura puertorriqueña y caribeña.

Desde joven, Santos-Febres mostró un gran interés por la literatura. Estudió en la Universidad de Puerto Rico, donde se graduó con una licenciatura en Letras. Posteriormente, continuó su formación en la Universidad de Nueva York, donde obtuvo un máster en Escritura Creativa. Su experiencia como estudiante en estos entornos académicos la influenció profundamente, moldeando su estilo literario y su enfoque en temas como la identidad, la cultura y la historia puertorriqueña.

Uno de los aspectos más destacados de la obra de Santos-Febres es su habilidad para abordar la complejidad de la identidad puertorriqueña y caribeña. Su primera novela, “Sirena Selena vestida de pena”, publicada en 1994, fue un gran éxito y se considera un texto fundamental para entender la narrativa contemporánea de Puerto Rico. La obra explora la vida de una joven transexual en un contexto donde la identidad sexual y de género es un tema de conflicto y búsqueda personal.

Además de su labor como novelista, Mayra Santos-Febres también ha publicado una colección de cuentos titulada “Cuentos de amor de locos y de muertos” en 1996 y otro libro de relatos titulado “Las cosas que perdimos en el fuego”, que profundiza en la vida cotidiana de puertorriqueños y sus luchas internas. A través de sus relatos, Santos-Febres se adentra en los oscuros pasajes de la vida y el amor, con un estilo que evoca tanto el dolor como la belleza de la experiencia humana.

En su obra, no solo se limita a retratar la vida de sus personajes, sino que también explora cuestiones sociales, culturales y políticas. Sus ensayos y artículos han abordado temas de gran relevancia, como el feminismo, la violencia de género, la migración y el impacto de la colonización en la identidad puertorriqueña. Esta capacidad de entrelazar la ficción con el análisis crítico la ha convertido en una voz respetada en el ámbito académico y literario.

Iguanas y serpientes, el marco que envuelve a su obra, han sido descritos como elementos que trascienden la mera simbolización, incorporándose a la narración con una fuerza casi palpable. Esto demuestra su habilidad para imbuir a sus textos de riqueza simbólica y profundidad emocional.

En términos de su influencia, Mayra Santos-Febres ha trabajado como docente en diversas universidades, incluyendo la Universidad de Puerto Rico y en el extranjero, donde ha compartido su pasión por la literatura con estudiantes de diferentes contextos. A través de su labor como profesora, ha contribuido a la formación de nuevas generaciones de escritores e intelectuales en el ámbito de la literatura latinoamericana.

La escritura de Santos-Febres también ha sido reconocida por su innovadora prosa y su capacidad para abordar temas complejos con sensibilidad y empatía. En 2012, fue galardonada con el Premio de Literatura de la Universidad de Puerto Rico, y también ha recibido premios del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, destacando su compromiso con la creación literaria en Puerto Rico y más allá.

Hoy en día, Santos-Febres continúa escribiendo y publicando, manteniéndose como una figura relevante en el panorama literario. A través de su trabajo, ha logrado construir un universo literario que no solo refleja las particularidades de la cultura puertorriqueña, sino que también resuena con lectores de diversas partes del mundo, convirtiéndola en una de las voces más importantes de la literatura en español contemporánea.

El legado de Mayra Santos-Febres es indiscutible y su obra sigue inspirando a lectores y escritores que buscan comprender las complejidades de la identidad y la experiencia humana en el contexto de Puerto Rico y el Caribe.

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Alonso de Santos desarrolla estas tragedias cotidianas, llenas de motivos paródicos y de humor, con los medios de la comedia tradicional, de tal manera que el espectador relajado se coloca en el centro de los ambientes y situaciones: la plaza castiza (que es casi un basurero lunar) de Yonquis y yanquis, un piso popular (en el caos) de Salvajes... y sólo una vez terminada la representación, llegará a medir qué es lo que ha visto como suyo: la marginalidad, el desorden social de gente apegada a viejos usos, los jóvenes desarraigados que viven en la costumbre de la violencia...