Libro de voliches, laquidamios y otras especies

En el vértigo de la historia, tres mujeres entrecruzan sus destinos. La bióloga soviética Irina Gránina contempla el derrumbe del comunismo y, con él, la rebeldía de su hija Oksana, primera víctima del triunfo del capitalismo. En el otro extremo del mundo, Jennifer Moore, funcionaria del Fondo Monetario Internacional, lucha con su ambicioso marido y con su hermana Allison, su exacto reverso, activista contra la globalización. Por último, Éva Halász, genio de la informática, se empeña en descubrir los secretos de la inteligencia, siempre torturada por sus cambios de ánimo y sus...

Høeg es el aclamado autor de La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, novela que fue llevada al cine. «Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz. Creo que es cierto. Pero a veces es un problema.» No hay complicaciones, solo retos, sostiene Tilde Finø. Sí, eso es lo que ella y sus hermanos Peter y Hans se encuentran: son desafíos astronómicos, cuando sus padres desaparecen de repente. Unos padres que han estado previamente bajo vigilancia policial por timos relacionados con los milagros. Con delincuentes comunes como padres, la mayoría de los niños...

Grandes Clásicos Literatura Random House nos brinda esta magnífica antología de los mejores relatos clásicos sobre vampiros con ilustraciones de Meritxell Ribas. «Un rayo de luna se filtró por la ventana entre las cortinas y la envolvió con una luz azulada que parecía hacer de ella una estatua de mármol negro echada sobre una tumba.» Antes de ingresar en la mitología popular gracias a Drácula de Bram Stoker, la figura del vampiro había cautivado ya a los más grandes escritores. La presente antología recoge una muestra de las recreaciones más brillantes que hicieron del vampiro ...

"La vecina nos ha invitado a una pequeña fiesta en su casa pero prefiere que mi hija de seis meses no vaya. Nada personal, es solo que no soporta la idea de que llore. Y mi marido está de acuerdo. Después de todo, dice, es la casa de al lado. El plan que me propone es que nos llevemos el monitor infantil y nos turnemos para ir a verla cada media hora. La niña duerme la última vez que voy a verla. Pero ahora la casa me parece excesivamente tranquila, así que subo tan rápido como puedo las escaleras hasta que confirmo que mi peor pesadilla se ha hecho realidad: ¡mi hija ha desaparecido! ...