El maravilloso mini-peli-coso

Beatrice Alemagna es una reconocida autora e ilustradora italiana, nacida en Bolonia en 1973. Desde su infancia, Alemagna mostró una gran inclinación hacia el arte y la literatura, lo que la llevó a convertirse en una de las figuras más destacadas en el ámbito de la literatura infantil en Europa.

Estudió en la Accademia di Belle Arti de Bolonia, donde desarrolló su talento para el dibujo y la narración visual. Su carrera despegó a mediados de los años noventa, cuando comenzó a colaborar con diversas editoriales, tanto en Italia como en otros países. Desde entonces, ha publicado más de 30 libros que han sido traducidos a múltiples idiomas, incluyendo el inglés, el francés y el español.

Una de las características más notables del trabajo de Alemagna es su estilo visual vibrante y emotivo. Utiliza una combinación de técnicas mixtas que incluyen collage, óleo y acrílico, creando un universo visual único que atrae tanto a niños como a adultos. Sus ilustraciones a menudo evocan elementos de nostalgia y una profunda conexión con las emociones humanas, lo que ha resonado con lectores de todas las edades.

• Premios y Reconocimientos:
• En 2011, su libro “La niña que no quería ser un sapo” fue galardonado con el prestigioso Premio Andersen.
• En 2017, recibió el Premio de Literatura Infantil de Boloña por su obra “El viaje”.
• Su libro “El gran libro de los pequeños” fue seleccionado para participar en la Feria Internacional del Libro Infantil de Boloña, uno de los eventos más importantes del sector.

A parte de su carrera como autora e ilustradora, Beatrice Alemagna ha trabajado en desarrollo de proyectos educativos y talleres de arte dirigidos a niños. Su enfoque pedagógico está centrado en fomentar la creatividad y la expresión personal a través del arte, habilidades que considera fundamentales para el desarrollo emocional y social de los más jóvenes.

La obra de Alemagna no solo se limita a libros para niños; también ha colaborado en proyectos de diseño gráfico y ha ilustrado diversas publicaciones para revistas y periódicos. Su versatilidad como artista la ha llevado a participar en exposiciones tanto en Italia como en el extranjero, donde ha mostrado su trabajo y ha compartido su visión sobre la importancia de la ilustración en la literatura.

Actualmente, Beatrice Alemagna continúa viviendo y trabajando en Italia, donde sigue creando nuevas historias que capturan la imaginación de los lectores más jóvenes, mientras también se dedica a la formación de nuevas generaciones de artistas e ilustradores. Su legado en la literatura infantil es significativo y perdurable, inspirando a otros a explorar el mundo de la ilustración y a contar historias que resuenen emocionalmente.

En resumen, Beatrice Alemagna es una creadora prolífica que ha establecido un lugar único en el ámbito de la literatura infantil. Su habilidad para combinar texto e imagen la ha convertido en una figura influyente no solo en Italia, sino en todo el mundo. Las historias y las ilustraciones que produce continúan encantando y educando a niños y adultos por igual, demostrando que la literatura infantil puede ser tanto hermosa como profundamente significativa.

Mi amor es un álbum tierno y conmovedor que nos cuenta la historia de un animal extraño que en su camino por la ciudad es confundido con otros animales, como un gato, un león o un mono, sin embargo no es ni lo uno ni lo otro. Felizmente, llega otro animalito rosa a quien no parece importarle su apariencia, sino sólo lo que para él representa.

Talia decide darle su amor y cuidados a un perro agonizante que encuentra en la calle. Después de que el perro se recupera y se ve rodeado de cariño, se revela una de sus cualidades: al oír ciertos ritmos musicales, el perro canta. Al saberse esta noticia, su antiguo dueño intenta recuperarlo y así se precipitan varias amenazas sobre Talia. Esta es la obra de un gran autor que nos da una visión muy conmovedora de la sociedad israelí contemporánea.

Este volumen agrupa cuatro narraciones de gran calidad literaria en las que la atmósfera de cada una de ellas nos deja en el límite entre lo posible y lo imposible, lo real o lo inventado, incomprensibles e inquietantes. Estos otros mundos y realidades se plasman asimismo en las ilustraciones que van acompañando el relato, enriqueciéndolo y haciéndolo aún más sugerente.

El primer recuerdo que tengo de mi abuelo es de un momento que compartimos juntos. Estoy sentado sobre sus rodillas, mirando hacia la bahía. El abuelo está fumando una pipa, mientras señala al horizonte. —Mira, Walt. Nuestros barcos está allá afuera. Y, algún día, un barco aún más hermoso que los nuestros aparecerá por el horizonte. Un barco poderoso que nos llevará bien lejos de aquí. —¿Por qué no navegamos nosotros mismos? —quiero saber. —Porque ella nos prometió que volvería —responde el abuelo—. Y confiamos en esa promesa. Sólo los Impíos creen que pueden...

Nad Mud (o Tavo en terrícola) tiene como misión colonizar la Tierra. Lo malo es que de ayudante le mandaron a Lulú: un bultito que nomás llora y come todo el día. Este niño "marciano" tendrá que aprender a compartir su tiempo, su casa y hasta a sus papás con la intrusa recién llegada, hasta que un buen día comprende cuál es la misión verdadera de Lulú en la Tierra. Un entrañable personaje que acompañará a los más pequeños durante el proceso de aceptar un nuevo miembro en la familia.