Doctrinas Biblicas

Quienes hemos sido llamados al ministerio cristiano somos comisionados y enviados por Jesus, tal como el mismo fue llemado y enviado por el Padre. De esa manera nosotros naturalmente modelamos nuestros ministerios siguiendo el ejemplo de Cristo. Pero particularmente el servicio Cristiano incluye tambien al Espiritu, como el mismo Jesus cumplio su ministerio con el poder del Espiritu. Asi toda la Trinidad--Padre, Hijo y Espiritu Santo--debidamente le da forma a un verdadero y autentico ministerio cristiano. Si bien es cierto que los Cristianos afirman la doctrina de la Trinidad, muchos hacen...

En palabras del autor, debemos enfrentarnos a la conciencia de saber que todo entendimiento es frágil. Nos toca presenciar de cerca la debacle de instituciones, ideas, personalidades y proyectos. La posmodernidad vino para desestabilizar buena parte de las soluciones que funcionaron para nuestros padres y abuelos; hoy sus respuestas ya no resultan tan útiles para entender el mundo que nos rodea. Toda nuestra historia está simbolizada en esas dos escenas de los evangelios: el reconocimiento y la negación. Por gracia de Dios, nos unimos a Pedro en la afirmación más grande de todas: que el ...

El reino de Dios es... un reino sobrenatural. un reino de poder, no solo de palabras. un reino cuya realidad se puede experimentar aqui y ahora. !esta en usted! El reino de Dios es su voluntad y dominio ejercido en la tierra tal como es en el cielo. Su influencia se expande en el mundo a traves de la obra sobrenatural del Espiritu Santo, a medida que El trabaja por medio de nuestra humanidad. Dondequiera que el reino de Dios gobierna sobre la tierra, hay una demostracion visible. Jesus manifesto el poder del reino con milagros, se?ales, sanidades y liberaciones. Cada vez que El anunciaba las...

Henri J. M. Nouwen acerca a la realidad angustiada del hombre y de la mujer de hoy la promesa del gozo completo, la morada del amor. Un gozo y un amor caracterizaos por tres signos: la invitación del evangelio a la intimidad, como comunión con Dios y relación con los demás: la exhortación a la fecundidad, para estar abiertos al cambio y al crecimiento; y la experiencia de éxtasis, como promesa evangélica de que el gozo será completo.