El huevo del ornitorrinco
Pepe y Pepa eran dos ornitorrincos preparados para tener y cuidar a su futura descendencia: habían elegido un precioso lugar en el que habían excavado una larga galería, que desembocaba en una madriguera amplia y cómoda, ideal para que nacieran sus pequeños. El día que Pepa puso un huevo fueron tremendamente felices. El caso es que durante varios días, y cada vez que salía de su madriguera, se encontraba un huevo, ligeramente diferente al suyo, pesados y duros, pero huevo al fin y al cabo . Cuando ya tenía siete, decidió preguntar al resto de los animales si aquellos extraños...