Animales disecados

Milo es tímido, introvertido y esconde sus heridas al mundo. Axel es espontáneo, atrevido y sólo tiene miedo de sí mismo. Su primer encuentro es tan ridículo como humillante, pero durante su primer verano juntos les unirá una intensa conexión que resistirá al tiempo y la distancia. Esta es una historia en la que chico conoce a chico, pero uno es incomprendido y el otro no es correspondido. Es un relato a través del tiempo, que recorre cuatro momentos clave en las vidas de Milo y Axel. Los años pasan, el corazón madura y los sentimientos cambian de forma. ¿Qué ocurre cuando...

No mires, pero ese loco Jack Russell Terrier cree ser tu perro. ¿No se escapó hace poco de un hospital psiquiátrico? Ahora te está pidiendo cosas: un viaje a Tahití (aunque Maui tampoco estaría mal), y lo más importante, ¡COMIDA! Qué bueno que no tengas dinero. O comida. Aun así, no dejará de molestarte. Quizás si lo pones a trabajar se vaya solo. (Ten cuidado con lo que deseas...) Un tonto libro ilustrado para niños de 3 años en adelante. Aproximadamente 50 páginas en total. Se incluyen descripciones de mis otros populares libros para niños después del texto principal (5...

El peor temor de Eliza se confirma: Alberto la ha encontrado en la vida real, y en persona es mucho más aterrador que en sueños. Y no solo eso, su influencia ha afectado a sus padres, ¿qué podrá hacer Eliza? ¿Cómo protegerá a sus padres y a su amigo del poder maligno de Alberto? ¿Podrán alguna vez ella y Roberto soñar nuevamente con normalidad? Descúbrelo en Las aventuras de Eliza: Eliza, la gran aventurera, la última entrega de la saga de aventuras de Eliza.

Yoyo está desconsolada. Su novio Justus se ha ido a vivir a otra ciudad y no ha vuelto a tener noticias suyas. Su madre cree que la mejor solución es enviarla a París. Yoyo se llevará una terrible decepción cuando descubra que su destino es otro muy distinto.

Tinta es una perrita revoltosa que pone la casa del revés. Lo mismo roba un pollo en la cocina que se pone a jugar con una camiseta recién planchada. A veces la castigan, pero a ella le da igual y no dudará en escapar al parque para retozar entre las hojas caídas.