La construcción, era la mansión del odio, para tu madre; pero para ellos era la mansión del amor, el conocidísimo “nidito de amor”, fue un dolor para ella, fue como un cáncer que avanzaba de etapa en etapa, pues; siendo tan bella pudo lograr que alguien la amará como no lo hizo ese hombre a quién idolatraba, ya que el entregó todo su amor a un hombre llamado; Fred, mi hijo. Yo fui nodriza de tu familia, cuidé de tu madre, quien se fue desgastando, la vi desvanecerse como la rosa del jardín, que al atardecer empalidece y marchita muere, repetía constantemente que el amor la...