EL BAILE DEL SOL
El destino capaz, siempre se encuentra preparado para desterrarnos de un zarpazo violento a nuestro camino, a la senda que debemos caminar y por más que lo intentemos no podemos escapar de aquello que debemos vivir, de las personas que debemos conocer, del horizonte que debemos observar, el ocaso o amanecer que se nos presentará en la hora inmediata y vital para nuestro crecimiento. El sexo no se habla con el amor y el destino no habla nuestro idioma, así terminamos siendo venérea materia al ardid de la vida.