Sergio e Isabel se conocen desde niños, exactamente desde que ella entró en la escuela a mitad de curso y se sentó a su lado. Fue odio a primera vista. Isabel, de mayor, quería salvar vidas. Pero no como los superhéroes de ficción, sino de verdad, en hospitales y operando. Sergio soñaba con ser millonario sin dar palo al agua y sin dejarse la piel en aburridos trabajos. Ya de adulta, Isabel es médico cooperante en Kenia y lucha por los más vulnerables, hasta que se ve obligada a regresar a España porque necesita las costosas medicinas modernas, que jamás llegan a los países...