Laudatio naturae
Como nos dice Antonio Muñoz Molina en estas páginas, mucho antes de que irrumpiera la actual pasión por las cosas del campo Joaquín Araújo estaba ahí. Estaba desde hace cinco décadas, antes que nadie, antes de que lo rural hubiera conquistado el corazón de las causas no tan perdidas. Cincuenta años, toda una vida, predicando la mala nueva, pues de persistir nuestro empeño en perturbar el equilibrio medioambiental no habrá vida vivible. La de la conservación del planeta es una de las grandes revoluciones pendientes que parece no interesar a la política ni a la economía. La...