Hasta perder el aliento

Dos son los temas centrales de este cuaderno de letraherido: la escritura y la lectura. Un escritor es, antes que nada, un lector. Desde esa perspectiva puedo afirmar que leer es un vicio solitario e impune —como decía Valery Larbaud— que he disfrutado desde que tengo uso de razón y que me ha deparado placeres singulares. Estas notas son un fiel testimonio de mis aventuras como lector, una actividad que no solo me ha descubierto territorios insospechados, sino que ha contribuido a enriquecer mi modesta existencia. Porque, después de todo, cuando uno lee, asume, aunque sea de manera...