Fuego de marzo
Eduardo Mendicutti , ya bien conocido por nuestros lectores, nos tenía reservada una magnífica sorpresa , una de las mejores que un editor pueda esperar: la entrega inesperada del manuscrito de Fuego de marzo , un espléndido libro de relatos que se lee como una novela, porque nos los cuenta el mismo narrador anónimo, en un progresivo desarrollo cronológico, y porque el lector extrae al terminar su lectura la impresión homogénea de una conmovedora evocación de la pubertad . Lo sorprendente, lo casi inaudito, es que, aun concebidos a lo largo de casi veinte años (1976-1995), configuren ...