La villa

"Tomaban las callecitas que los acercaran antes a Bonorino, por donde desembocaban en La Villa. Pero estaban cansados, y cargados, los niños tropezaban de sueño, el carrito zigzagueaba, la marcha tomaba el aire de un éxodo de guerra." Aparte de ir al gimnasio, Maxi no tiene ninguna otra ocupación fija. Hijo de un comerciante acomodado de Flores, con veinte años y un físico imponente, no estudia ni trabaja. Ese otoño, llevado por la necesidad de ocupar el tiempo, empezó a ayudar a cartoneros y cirujas a transportar sus cargas. César Aira retoma aquí su exploración de una Buenos...









