En el Baño con la Sra. Nielsen
Kim recibe con naturalidad un encargo trivial más en su formación como aprendiz de albañil. Esta vez se trata de la reparación de una ducha en una de las casas del barrio de las embajadas. Lo que Kim no se esperaba es que la señora que le abre la puerta vestida apenas en albornoz, una atractiva cuarentona, lo guiará por la senda del placer que hasta ahora era insospechado para un joven e inexperto albañil como él. ———— "Me arrodillé en los azulejos calentados por el sol y la arrimé al borde de la hamaca antes de hundir mi cara entre sus muslos. Tenía un sabor maravilloso de ...